Estudiar las doctrinas de la gracia es importante porque nos ayuda a entender la naturaleza y el carácter de Dios, así como su obra redentora en la vida del creyente. Las doctrinas de la gracia enfatizan la soberanía de Dios en la salvación, y nos muestran cómo nuestra salvación es un regalo de su gracia inmerecida y no de nuestros propios méritos. Además, nos enseña sobre la importancia de la fe, la justificación, la santificación y la perseverancia en la vida cristiana, y nos desafía a vivir en gratitud y humildad ante el amor inagotable de Dios.